A las personas que me odian por ser guapa, yo las perdono por no serlo.

No tengo color, mi prenda son las faldas y mi complemento la bisutería. Pienso en mí las 24 horas del día, 7 días a la semana. No puedo vivir sin las uñas sin pintar y mi pelo es el mayor de mis tesoros. Me paso mirándome en el espejo 16 horas o más, y no consigo encontrarme defectos. 

Mi bebida es el Vodka y mi tabaco el Camel; el que vale, vale y el que no admira... la clase no se adquiere, o se tiene o no se tiene. Soy un encanto de niña cuando y con quién quiero, pero el noventa por ciento de las veces soy una auténtica perra, y me encanta que me lo recuerden a gritos.
Tengo en ego por las nubes, más grande que nadie que conozcas, me quiero demasiado. Me paro en los pequeños detalles y paso por alto las cosas verdaderamente importantes. Adoro que me recuerden lo guapa que soy, que me silben por la calle o que me envidien por todo esto. Reconozco que la mayoría de las veces no sé lo que quiero, simplemente tengo claro que tengo ganas de vivir esta mierda de vida como el último día. Ésta cada día va a peor, la gente solo hace lo que ve, no piensan por sí mismos, no tienen personalidad... da pena. Sinceramente, me importa una mierda lo que penséis tú y tus amigos de mí, me gusto tal como soy. Sé lo que hago y porqué lo hago, se lo que es verdad o lo que no, si te gusta inventar..¡que viva la imaginación! En mi pueblo rica, eso se llama envidia. En fin, lo entiendo.. estoy buenísima y te doy mil vueltas como niña, asúmelo, no tienes nada que hacer. Qué difícil es ser yo. 

LA ViDA ES MUY PERRA, PERO Ni LA MiTAD DE LO QUE LO SOY YO.