Tardas dos minutos treinta y siete segundos en dormirte y respiras fuerte. Tienes carita de enfado, y con la poca luz que entra por la ventana me pareces aún más bonito. Te mueves con el sonido de las teclas y de vez en cuando parece que vayas a despertarte. Eres un estúpido cabrón que me pone histérica, pero eres tan bonito... Despierta y mirame, porque "no voy a dejar que salgas de aquí sin haberme comido a besos hasta mañana" te diría. Pero estas así, tan inocente. Tan.. tú, que voy a esperar que lleguen las cuatro, me voy a meter en la cama, y te voy a despertar a besos.
Vuelve a dormirte, que son las tres.
No hay comentarios:
Publicar un comentario